“Dentro de un ambiente masculinizado como lo es el ecosistema minero, ha sido difícil poder sobrellevar otro tipo de responsabilidades anexas al trabajo que he tenido que afrontar, me tocó representar a Chile dos veces fuera del país. Es un trabajo arduo que muchas veces requiere el doble de esfuerzo, pero siento que tengo «trazado» mi camino, debo seguir intentándolo, y afrontar cada desafío como un objetivo.”