“Ser mujer minera es orgullo, es pasión, es empuje, es fortaleza y es resiliencia. No es fácil ser mujer en un mundo dominado por hombres, y mucho menos, cuando se es madre, es por eso, que hace muchos años me dedico a dar charlas y a apoyar a niñas y mujeres, que quieren pertenecer a esta gran industria, que es el sustento de nuestro país”.