[El Mercurio de Antofagasta] Las estimaciones del Banco Mundial proyectan que solo para impulsar el uso de energías limpias (solar, eólica y geotérmica), y desarrollar el almacenamiento de energía; se necesitarán más de 3 mil millones de toneladas de minerales y metales, y que para el término de esta década y durante la próxima, cerca de la mitad del consumo de cobre vendrá de la electromovilidad.

De ahí el rol protagónico que juega el cobre chileno, y muchos otros de sus minerales, en la transición energética que es clave para combatir los efectos del cambio climático. En este sentido, el director de Minería Verde de la Corporación Alta Ley, que forma parte de Compromiso Minero, Víctor Pérez, enfatizó que sin la minería asociada a metales como el cobre, el molibdeno, el hierro y el litio, «no hay transición energética» posible.

Asimismo, dijo que en este contexto existe un segundo elemento a considerar, pues «no solo se necesita más minería y más metales, sino que se necesita más y mejor minería, y en el componente de mejor minería ahí hay un trabajo que requiere la opción de criterios que tienen que ver con vincular la sustentabilidad con la productividad, eficientar el uso de recursos como los hídricos, insumos, energía eléctrica y otro tipo de elementos que son utilizados diariamente para producir minería», explicó.

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